(PARA LOS QUE ENSEÑAMOS)
1-
Todo para la
escuela; poco para nosotras mismas.
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2-
Enseñar siempre: en
el patio y en la calle, como en el aula de clase. Enseñar con la actitud, el
gesto y la palabra.
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3-
Vivir las teorías
hermosas. Vivir la bondad, la actividad y la honradez profesional.
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4- Amenizar la enseñanza con la palabra
hermosa, con la anécdota oportuna, y la relación de cada conocimiento con la
vida.
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5-
Si no realizamos la
igualdad y la cultura dentro de la escuela ¿dónde podremos exigirlas?.
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6-
La maestra que no
lee tiene que ser mala maestra: rebaja su profesión al mecanismo de oficio, al no renovarse
espiritualmente.
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7-
Todos los ocios y
mezquindades de un pueblo son vicios de sus maestros.
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8-
Para corregir no
hay que temer. El peor maestro es el maestro con miedo.
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9-
Hay que eliminar de
las fiestas escolares todo lo chabacano.
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10-
Como los niños no
son mercancías, es vergonzoso regatear el tiempo en la escuela. Nos mandan
instruir por horas, y educar siempre.
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11-
El amor de los niños enseña más caminos a la que enseña, que la
pedagogía.
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12-
La vanidad es el peor vicio de una
maestra, porque la que se cree perfecta se cierra todos los caminos hacia la
perfección.
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13-
¿Cuántas almas ha
envenenado o dejado confusas o empequeñecidas para siempre una mala maestra durante su vida?.
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14- Los dedos del modelador deben
ser a la vez firmes, suaves y amorosos.
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15-
Todo esfuerzo que
no es sostenido se pierde.
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16-
No hay sobre el
mundo nada tan bello como la conquista de almas.
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17-
Existen dulzuras
que no son sino debilidades.
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18-
El buen sembrador
siembra cantando.
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19-
Es preciso no
considerar a la escuela como casa de uno sino de todos.
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20-
Hay derecho a la
crítica, pero después de haber hecho con éxito lo que se critica.
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