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jueves, 19 de julio de 2012

Cátedra de Derecho

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Una mañana cuando nuestro nuevo profesor de "Introducción al Derecho" entró en la clase lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera fila:
- ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Juan, señor.
-¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más! - gritó el desagradable profesor.
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Juan estaba desconcertado. Cuando reaccionó se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de la clase. Todos estábamos asustados e indignados pero nadie dijo nada.
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-¡Ahora sí!- y preguntó el profesor:
¿Para qué sirven las leyes?...
Seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a responder a su pregunta:
-"Para que haya un orden en nuestra sociedad"
-"¡No!" contestaba el profesor-
-"Para cumplirlas" "¡No!"
-"Para que la gente mala pague por sus actos" "¡¡No!!
-¡¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?!".
-"Para que haya justicia", dijo tímidamente una chica.
-"¡Por fin! Eso es... para que haya justicia. Y ahora ¿para qué sirve la justicia?"
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Todos empezábamos a estar molestos por esa actitud tan grosera. Sin embargo, seguíamos respondiendo: "Para salvaguardar los derechos humanos" "Bien, ¿qué más?", decía el profesor. "Para discriminar lo que está bien de lo que está mal"... Seguir... "Para premiar a quien hace el bien”.
-Ok, no está mal pero... respondan a esta pregunta ¿actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?....
Todos nos quedamos callados, nadie respondía.
- Quiero una respuesta decidida y unánime.
-¡¡No!!- dijimos todos a la vez.
-¿Podría decirse que cometí una injusticia?
-¡Sí!
-¿Por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica?
-Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar cuando presencia una injusticia. Todos. ¡No vuelvan a quedarse callados nunca más!
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-Vete a buscar a Juan- dijo mirándome fijamente.
Aquel día recibí la lección más práctica de mi clase de Derecho.
Cuando no defendemos nuestros derechos perdemos la dignidad y la dignidad no se negocia.
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